lunes, 11 de mayo de 2009

Crítica 'X men Orígines: Wolverine' (X Men Origins Wolverine, 2009)

En mi punto de vista, de todas la películas de superhérores las de los X Men eran la únicas que no habían fallado, una trilogía estupenda que Bryan Singer y Brett Ratner realizaron, en las dos del primero valió más la sobria historia y daba tiempo para explicar cada escena, algo inteligente; algo apurado, más pegado a la acción fácil e imparable (pero con buena historia, a pesar) fue lo hizo el segundo en La batalla final, con un grande número de mutantes donde la más insignificante razón hacia justificar su presencia. Y esta también allí uno de los defectos que Gavin Hood con 'X-men origins: Wolverine' nos trae.

Mucho dulce empalaga. No es que se haga confusa con personajes (menos que 'X-men: The last stand'), sino que se hace un filme inestable, y dudamos de la participación de algunos de ellos. Bolt, que emite electricidad ¿? ¿?, Spectre que se teletransporta, Blob un pesado luchador, y Gambit, aquel de los naipes, solo funciona para dar información que el protagonista pudo haber hallado de otra forma mejor, solo provoca luchas que abundan en este filme, haciendo que lleguemos al sopor por lo mal manejado que está que, a pesar de tener impecables efectos, créanlo, es más desinteresante.

Quizá más mutantes, más acción, más explosiones, más efectos visuales (de los buenos) que hacen muy pomposa la trama, ¿para no aburrir?.


Paradógicamente impresionante. Debieron mejor preocuparse en la transformación de Wolverine, el personaje principal, aquella donde se le incorpora Adamatio a cargo de William Stryker, eso debió ser lo que más resaltara, así como la sopresa que tiene esta película, no la describiré pero es algo entre Wolverine, Silver Fox y Stryker que, con diálogos poco profundos desvanece lo que debió ser emocionante. Opacado.

Algo más que debió impresionar fue la última batalla, como ya vimos muchas ...., ¿ya dije que los efectos son espectaculares? Sí, pero la lucha no, los movimientos, el escenario exageradamente digital, todo como está hecho carece de la fuerza que puedan mantener los ojos atentos al ecrán, cosa que Singer y Retnar lograron en sus escenas de acción.


Rescato la banda sonora, los efectos de sonido, los visuales ni hablar, la fotografía, y la actuación de H. Jackman, el final que es coherente a la película del 2000.

Finalizo aquí. Impresiona superficialmente, no dramatiza como debe, pero tiene que hacerlo. Que pena que 'X-men orígenes: Wolverine' falle así, aunque no sea una mala película (pero sí decepcionante) es inferior a las tres hechas antes de la cuadrilla X.

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