La primera parte que se vió hace un par de años, sólo fue un show de diversión con envidiables efectos visuales (bueno a los verdaderos fanáticos del cómic de Marvel no les agradó mucho), volviendo a este año con la recontraanunciada sucesora se esperaba una recancha.
Ya no estamos frente al mismo espectáculo cómico (aunque hay momentos que lo garantizan así), el guión no es mejor, solo alza apenas su nivel, que busca ambisiosa y desesperadamente un suceso para mostrar sus efectos digitales que sobreprecipitan sin cansarnos.
El reaprto sigue desarrollando una química inestable, entre ese conjunto hacer mi opinión acerca de Silver Súrfer, el nuevo personaje, el malo por obligación, en fin, tecnicamente colma espectativas, ahora su aparición también lo es para luego volverse corrosiva, llevándose por el arrepentimiento y se olvida de su terrorífico propósito por el que llego a nuestro planeta, claro para que ocurra eso intervienen el cuarteto salvador.
Sin embargo, ¿Qué es lo que hace más atractiva ésta película comparada con su antecesora?, la presencia del único personaje que ha sabido demostrar seriedad, el Dr. Muerte.
Comparada con la primera parte, ésta la supera casi satisfactoriamente, aunque cae en situaciones comunes de su misma ley, pues son superhéroes.
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